Pese a estar preparadas para dar el paso hacia el Cloud Computing, las empresas españolas se mantienen a una distancia tecnológica de dos años frente a la media de la Unión Europea, es decir, el 80% de las empresas españolas siguen con la tecnología del 2014. Madrid (27,4%) y Cataluña (25,6%) lideran la penetración de la tecnología en la nube, muy por encima del resto de las comunidades. Aún siendo el Cloud Computing un sistema lleno de ventajas para cualquier tipo de empresa, el índice de penetración de este en España sigue siendo muy bajo.
Las cifras, aunque siguen subiendo (el 19,3% de las empresas españolas utiliza Cloud Computing en 2016, frente al 15,4% que lo utilizaba en 2015), son un tanto negativas: 14 comunidades están por debajo de la media nacional, lo que da una idea sobre la escasa representatividad de ese 19,3% más allá de Madrid y Cataluña. Desde un punto de vista técnico y tecnológico, todas las comunidades españolas están preparadas para dar el salto: el grado de penetración de Internet en España es del 98,4%, y la presencia de banda ancha móvil se sitúa en un 82,9%.
Sin embargo, el cambio sigue sin realizarse, y por culpa de esto, las cifras de España están llegando aún ahora al nivel de la media europea del año 2014, cuando el 19% de las empresas de la UE habían dado el salto a la nube: en ese año, España no pasaba del 14%.
El hecho de que no se de este salto en España no tiene que ver con la tecnología, sino con la falta de información o ausencia de un criterio estratégico claro por parte de muchas empresas. Las soluciones de Cloud Computing se caracterizan precisamente por la flexibilidad y la facilidad de adaptación, además del importante ahorro de costes. La nube ofrece una cantidad inmensa de servicios y productos de los cuales aprovecharnos a la hora de afrontar un proyecto y garantizar la mayor ventaja competitiva en el mercado.
El Cloud Computing contribuye, de forma determinante, a mantener los datos actualizados y fiables: algo básico para las plataformas comerciales, fuerzas de ventas, franquicias, estructuras multioficinas y una larga lista. Además, permite mejorar los sistemas de comunicación entre las empresas, con sus clientes, entre sedes, e incluso permite personalizar las necesidades de compra de cada cliente. Otra de las características básicas del Cloud Computing: ahorra costes con una inversión mínima, lo que es muy importante para la telefonía, la conexión de dispositivos o los gastos de viaje.