El sector del e-Commerce lucha para ofrecer experiencias de compra cada vez más seguras y más fiables, que ofrezcan las mismas garantías que una tienda convencional o física ofrecería. Por este mismo motivo, las tiendas online están ideando distintos métodos de pago, intentando ajustarse a las preferencias y necesidades de cada comprador, para conseguir de esta manera una experiencia satisfactoria. A continuación haremos un repaso de los medios de pago más comunes.

Las Tarjetas

Son el método de pago más utilizado, gracias a su comodidad y rapidez de proceso. El 88% de los compradores online afirman haber utilizado este medio, que, sin embargo, es uno de los que más ataques de los hackers recibe. Para evitar que se filtren los datos de la tarjeta, las tiendas utilizan TPV virtuales con autenticación, es decir, se verifican los datos y se protege al cliente. Existen algunas tiendas que sólo permiten la compra por tarjeta de crédito, y hay otras que no permiten el pago con tarjetas prepago.

Trustly o transferencia bancaria directa

Esta es una práctica cada vez más frecuente. El pago se realiza con una transferencia bancaria desde una cuenta online. El importe se abona sin salir del proceso de compra, sólo introduciendo las claves que el banco envía al cliente a través de un SMS, o con una tarjeta de coordenadas para confirmar la transferencia. Es un mecanismo que no almacena la información del usuario y que sólo se reproduce cuando el comprador confirma el pago a través de las claves proporcionadas por su entidad bancaria.

Plataformas de pago

Muchos consumidores prefieren las plataformas con las que vincular el pago, ya sea a una tarjeta de débito o crédito o a una cuenta bancaria. Así, sólo hay que introducir la clave de la cuenta de usuario. Algunas de las plataformas más conocidas son PayPal, Google Wallet o PayMill.

Pago contra-reembolso

Esta es una de las modalidades de pago más seguras, ya que su funcionamiento se basa en el pago tradicional, es decir, abonar el coste del producto al transportista. Se trata del cuarto método más utilizado, ya que no todas las tiendas cuentan con este sistema.

El crecimiento del sector del comercio electrónico es muy considerable, y los expertos aseguran que el margen de mejora sigue siendo amplio.