La solución al agobio por la gestión de los emails ha sido publicada por Bálint Miklós, uno de sus ingenieros de Software, con gran éxito de público, según cuenta el mismo. Se trata de Smart Reply, y su misión es identificar emails que necesitan ser respondidos con rapidez y generar respustas automáticas, entre las cuales el usuario eligirá y pulsará sobre la que mejor le venga, enviando el email con una inversión mínima de tiempo y esfuerzo.
Este es ejemplo que el ingeniero muestra en el blog: en un email recibido se pregunta "¿tienes alguna documentación sobre cómo usar el nuevo software?". Y se sugieren estas respuestas: "No, lo siento"; "sí, pero tengo que buscarlo" y "sí, te lo envío".
Bálint Miklós explica que "para esos emails que solo necesitan una respuesta corta y rápida, este método supone un ahorro precioso de tiempo, y para aquellos que requieren un poco más de atención, estas opciones servirán como un primer impulso para elaborar una respuesta adecuada".
Hasta ahora, los operadores de correo electrónico, como Yahoo! y el propio Google, habían intentado ayudar a sus usuarios, creando filtros, evitando el spam, pero es la primera vez que se confía en la inteligencia artificial y en la tecnología de aprendizaje automático para el contenido de las posibles respuestas entre las que podría elegir el usuario.
Según los algoritmos, el sistema aprenderá de sus maneras, buenas o malas, de contestar emails y cada día se le parecerá un poco más. Según el Blog, Smart Reply estará pronto disponible, sólo en inglés.
"Todavía queda mucho trabajo para conseguir que Smart Reply funcione, Inbox, otro producto de Google, usa tecnología de aprendizaje automático para reconocer los emails que necesitan ser respondidos y genera respuestas que suenen naturales, propias del lenguaje de las prisas (...) Las respuestas elegidas (y las no elegidas) mejorarán las sugerencias futuras". Por ejemplo, cuentan que cuando se probó, internamente, en Google el Smart Reply, se llegó a una decisión común: no incluir entre las respuestas automáticas la opción "I love you" ("te quiero"), ya que el primer prototipo era demasiado prclive a decirle eso a todo el mundo, en casi cualquier situación: "Por adorable que suene, no era lo que queríamos. Algunos análisis revelaron que el sistema estaba respondiendo según lo habíamos entrenado: generaba las respuestas esperadas y había aprendido que 'gracias' y 'te quiero' eran muy comunes, entonces las identificaba como respuestas seguras y las usaba para todo". Un ajuste de medida forzó al sistema a predecir respustas que, no sólo fueran muy frecuentes, sino que también tuvieran mayor afinidad al mensaje original. "Esto ha hecho de Smart Reply un asistente menos cariñoso pero más útil", afirman.
Insisten en que Smart Reply es "seguro para el trabajo" (SFW: "Safe For Work"), lo que significa que el contenido podrá ser visto en presencia de jefes y compañeros de trabajo sin ponernos en una situación apurada.
Los ingenieros de Google aseguran que Smart Reply se ciñe a los mismos "estándares rigurosos de privacidad" del resto de sus productos. "En otras palabras, ningún ser humano estará leyendo su email. Los investigadores usan el aprendizaje automático para trabajar con unos datos que ni ellos mismos pueden leer, es como intentar resolver un puzle con una venda en los ojos".