Debemos conocer todo sobre el usuario para el momento en el que se produzca el consumo: de dónde viene, cuáles son sus gustos y necesidades, cómo nos busca y qué sensaciones produce en el momento del consumo.
Podemos afirmar que, en los próximos meses, las pautas determinantes en este campo serán:
En primer lugar, se deben identificar las motivaciones de los usuarios a la hora de querer consumir, adaptarse al público concreto al que nos queremos dirigir y personalizar los canales para ello.
La conexión con el consumidor es fundamental, tanto durante el consumo, como antes y después de que ya sea nuestro cliente. Es necesario activar mecanismos y estrategias para esto.
Mantener la esencia de la marca, no seguir siempre las tendencias simplemente porque lo son: cada marca es diferente, y cada consumidor también lo es. Hoy en día, las formulas universales están destinadas al fracaso.
Evitar ir contra la corriente, es decir: si nuestro objetivo es más social, seámoslo. Si es más comprometido, seamos más comprometidos.
Utilizar y aprovechar las nuevas tecnologías y herramientas disponibles, ya sean Wearables, iBeacons, UX Animado, etc... sin olvidarnos de las herramientas tradicionales, todo para conseguir más audiencias, y sin miedo a emplear estas nuevas herramientas.
El consumo cambia, y no sólo en su formato. No basta con adaptar la Web o el contenido a un Wearable, hay que concebir ese contenido, o crear uno nuevo, para actualizarse de manera global, adaptándose a los modelos de consumo. Activar nuevos canales, no estar en ellos sin más.
Lo más importante: sorprender. Y para sorprender necesitamos combinar ideas, estética y funcionalidad.