No se trata de un capricho: que la red inalámbrica de nuestra casa sea accesible únicamente para los habitantes de la misma nos puede ahorrar muchos disgustos. Un hacker, accediendo desde nuestro WiFi, puede descargar contenido ilegal, o directamente llevar a cabo ciberataques o distribución de correo basura, actividades delictivas, cuyo único titular a efectos de la justicia, sería el propietario de la red. Este es el motivo que hace muy importante blindar al máximo nuestro router.
Evita la configuración por defecto
Los router llegan a casa con una configuración predeterminada y, aunque cada red tiene su propia contraseña, conviene cambiar estos parámetros para ponerles las cosas un poco más difíciles a los hackers. La mayoría de router vienen con instrucciones específicas para cambiar las configuraciones por defecto y, al mismo tiempo, los fabricantes los hacen cada vez más sencillos para evitar las complicaciones para el usuario. Si pese a todo no es posible hacerlo solo, siempre se le puede pedir al técnico que cambie los parámetros en el momento de la instalación, o contactar directamente con el operador contratado para modificar la contraseña de la red WiFi. Además, también se debe "blindar" el router. Es aconsejable deshabilitar servicios de administración y gestión del router para evitar que puedan accederse a ellos desde fuera de nuestra red, es decir, modificar todos los parámetros de la configuración estándar del dispositivo, haciéndolo más seguro y más sencillo para amigos o familiares que quieran conectarse.
Contraseña sofisticada y FireWall
Google destaca la importancia de activar el FireWall en el propio router al entrar en la configuración y, además, recuerda que la contraseña debe de ser lo más sofisticada posible: evitar combinaciones de caracteres numéricos y alfabéticos en mayúsculas y minúsculas, y no empleando la misma contraseñas que usemos para otros servicios en la red. "Debemos proteger la red WiFi como protegemos nuestra casa".
Apagar el router en caso de largas ausencias
Si hay una forma de proteger el router de manos ajenas, es, ni más ni menos que apagarlo. Cuando nos ausentemos del domicilio por vacaciones o fines de semana es recomendable desconectarlo.
Controlar qué equipos se conectan a la red
Una de las primeras señales de que la red puede estar siendo hackeada o usada por alguien más es el descenso de la velocidad en la conexión. Si esto sucede, ¿cómo puedo saber si alguien más la está usando? Es sencillo, con aplicaciones como Fing, una aplicación gratuita para móvil, la cual se conecta a nuestro router y detalla todos los equipos conectados en ese momento. Si existe alguno del que no estemos seguros, será una clara señal de un posible acceso no deseado a nuestra red.
Usar HardWare para proteger la red
Si no queremos editar contraseñas y/o configuraciones, podremos recurrir a un gadget que blinda la red WiFi y nos asegura de que los equipos conectados son conocidos y no hay ataques remotos. Dojo Labs ha presentado un dispositivo que se encarga de vigilar qué equipos no autorizados se conecten a nuestra red, alertándonos mediante una App si se produce algún movimiento sospechoso. Se conecta al router mediante BlueTooth o cable.